Por Julieta Roffo
"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un puto televisor grande, elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas que hagan juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige el bricolage y preguntarte quién carajo eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que emboban la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida. ¿Pero por qué iba yo a querer hacer algo así?. Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. Quién necesita razones cuando tienes heroína...".
Todo eso, en un inglés británico que no tiene nada que ver con el de Hugh Grant, declara Mark Renton mientras escapa junto a uno de sus amigos por las calles de la Edimburgo (Escocia). La banda sonora de la huida: Lust for life, compuesta por Iggy Pop y David Bowie. Así empieza Trainspotting, una de las películas más emblemáticas de los 90's.
Dirigida por el inglés Danny Boyle (Slumdog Millionaire, La Playa), la película está basada en la novela homónima de Irvine Welsh, que le valió críticas como "Merece vender más ejemplares que la Biblia" en la revista escocesa Rebel Inc. o "Una novela que es el equivalente literario de una bomba de hidrógeno" en The big spoon.
En el cine, se estrenó en 1996, planteando la historia de un grupo de amigos heroinómanos que, en una ciudad plagada de desempleo, prostitución y sobre todo sida, sólo se preocupan por conseguir sus drogas, descreen absolutamente del futuro y se niegan a caer en las problemáticas masivas del mundo que los rodea - y con el que se enfrentan, aunque sea por omisión -.
En el cine, se estrenó en 1996, planteando la historia de un grupo de amigos heroinómanos que, en una ciudad plagada de desempleo, prostitución y sobre todo sida, sólo se preocupan por conseguir sus drogas, descreen absolutamente del futuro y se niegan a caer en las problemáticas masivas del mundo que los rodea - y con el que se enfrentan, aunque sea por omisión -.
La filosofía de su vida, repleta de trenes, botellas, mujeres, fútbol y agujas, y resumida a la perfección en las palabras del personaje de Ewan McGregor, es el eje de una historia en la que la crudeza tanto visual como en los diálogos no se hace esperar.
Una de las novedades de la película, cuyo nombre tiene que ver por un lado con el hábito de sentarse a ver los trenes pasar y por otro con la búsqueda de una vena apta para la inyección, fue que el enfoque se situó en la visión del adicto, y no en la típica visión de la sociedad hacia él. Para eso, la desesperación por encontrar una dosis o los efectos inmediatos de la droga recién ingresada al torrente sanguíneo fueron narrados en escenas que han quedado plasmadas en la historia del cine, siempre acompañadas de una banda sonora lujosísima que incluyó a Bowie, Pop, Lou Reed, Brian Eno, Pulp, Blur, Underworld y Joy Division, entre otros.
Apenas estrenada la película, que fue promocionada mediante volantes y con carteles de cada uno de los personajes (Renton, Begbie, Spud y Sick Boy son los principales), la polémica no tardó en llegar: se dijo principalmente que fomentaba el uso de drogas entre los más jóvenes.
La estética y la temática del film lo situaron rápidamente entre las películas británicas más aclamadas de todos los tiempos, y lo convirtieron en una obra de culto, más allá de la década del 90.
Es que el secreto de Trainspotting no es descubrir un mundo nuevo, ni contar una historia completamente desconocida. Sino mostrar lo que pasa todos los días, en todos lados, lo que está ahí, pero no queremos ver. En un par de oraciones, en menos de dos minutos, el paradigma habitual - y conveniente - se derriba y entonces hay que poner atención, aunque sea por un rato, en lo que está más allá de la agenda.
Ahora sí, para que no te quedes con las ganas:
La novela se baja de acá; la banda sonora de acá (Vol. 1) y de acá (Vol. 2). Y, la frutilla del postre, la película bajala de acá (y ponele subtítulos, claro).
4 comentarios:
Uffff
tremenda pelicula, con esa banda sonora.
Y ni hablar de McGregor.
Hip hip hurra para Roffo!
Coincido con lo antedicho, agrego que no podrian haber elegido mejores imagenes para poner!!!
Alto flash cuando la vimos por primera vez! eramos peques... sobre todo la escena del bebe en plena abstinencia del querido McGregor.
Por su pollo, esa escena aparece en los simpsons, como corresponde a toda peli que se jacte de buena...
Saludetes! un beso para todos los que me conocen!
La radio esta buenisima!
Como me atrapa todo lo que escribis... Me reconstruiste mentalmente la película!!
Aplauso cerrado
Roffinnn...!!!!!!!!! Me encanta la banda sonora....gENIAL......Ahora tenemos a Juliana Vendedora....ja
Besos y ahi nos vemos....!
Exitos....
Publicar un comentario